"El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas”.
(Diario de Santa Faustina #699)

¿Sabes sobre el regalo del domingo de la divina misericordia?

Celebración de la Fiesta de la Misericordia

Con el fin de celebrar apropiadamente esta Fiesta, se recomienda rezar La Coronilla y La Novena a la Divina Misericordia (iniciando la Novena el Viernes Santo); confesarse -para lo cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.
Tal y como Jesús lo deseaba, esta Fiesta es enaltecida con la indulgencia plenaria:  “El alma que acuda a la Confesión y que reciba la Santa Comunión,  obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. Que ningún alma tema acercarse" (Diario 699).
“El milagro de la Divina Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud” (Diario, 1448)

Para observar la Fiesta de la Misericordia, debemos:

- Celebrar la Fiesta el domingo después de la Pascua de Resurrección.

- Arrepentirnos sinceramente de todos nuestros pecados.

- Confiar por completo en Jesús.

- Confesarnos preferiblemente antes de ese domingo.

- Recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta.

- Venerar (hacer un acto o demostración de profundo respeto religioso hacia ella por la persona a quien representa, en este caso a nuestro Señor Jesucristo) la Imágen de la Divina Misericordia.

- Ser misericordioso con los demás a través de nuestras acciones, palabras y oraciones a nombre de ellos.

Dijo el Señor a Sor Faustina: Durante esos nueve días lleva a las almas a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa de mi Padre (…) Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga pasión.
Las prácticas de devoción reveladas por medio de Sor Faustina nos fueron dadas como “recipientes de misericordia” a través de las cuales el amor de Dios puede derramarse sobre el mundo, pero debemos también mostrar misericordia al prójimo. Poner en práctica la misericordia no es una opción de la devoción a la Divina Misericordia; ¡Es un requisito! Jesús le habla muy fuerte a Santa Faustina sobre esto: “Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte" (Diario, 742).
Nuestro Señor mismo, nos propone tres formas de hacer misericordia y nos lo pide por medio de Santa Faustina: "Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo; la primera es la acción, la segunda es la palabra, y la tercera es la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacía Mí" (Diario, 742).
Santa Faustina aprendió que cuando practicaba las obras de misericordia, a quien en realidad servía era al mismo Salvador misericordioso “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicieron conmigo” (Mt 25, 35-40).

La Santa Madre Iglesia nos propone las “Obras Corporales y Espirituales de Misericordia”.

Obras Corporales de Misericordia:
1- Dar de comer a los hambrientos.
2- Dar de beber a los sedientos.
3- Vestir a los desnudos.
4- Dar asilo a los desamparados.
5- Visitar a los enfermos.
6- Consolar a los prisioneros
7- Enterrar a los muertos.

Obras Espirituales de Misericordia: 
1- Amonestar a los pecadores.
2- Instruir a los ignorantes.
3- Aconsejar a los que tienen dudas.
4- Consolar a los afligidos.
5- Soportar con paciencia los errores de los demás.
6- Perdonar las ofensas.
7- Orar por los vivos y los muertos.

De las mayores obras de misericordia que podemos realizar es la oración por los moribundos. Para Santa Faustina, éste era un aspecto importante de su misión de misericordia.: Jesús le recalcó la importancia: “Reza, cuanto puedas, por los agonizantes, impetra para ellos la confianza en Mi misericordia, porque son ellos los que más necesitan la confianza quienes la tienen muy poca. Has de saber que la gracia de la salvación eterna de algunas almas en el último momento dependió de tu oración” (Diario, 1777).
En particular, Jesús le recomendó a Santa Faustina utilizar la Coronilla para ayudar a los moribundos: "Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón" (Diario, 811).
Junto con la oración para los moribundos, otra gran obra de misericordia es la oración por los difuntos, Jesús animaba a Santa Faustina a recordar a las almas que están en el purgatorio: "Entra a menudo en el purgatorio, ya que allí te necesitan las almas" (Diario, 1738).
Hagamos nuestras estas palabras de Santa Faustina: "Jesús mío, haz mi corazón semejante a Tu Corazón misericordioso, Jesús, ayúdame a pasar por la vida haciendo el bien a todo el mundo" (Diario, 692), para que cada vez seamos más los misericordiosos, ya que son muy pocos los que se conduelen del hermano en desgracia y menos aun los que quieren compartir lo que a ellos Dios generosamente les otorga, con los que menos tienen.

NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Empieza el viernes Santo y continúa hasta la celebración del DOMINGO DE LA MISERICORDIA.

El Viernes Santo del año 1937, Jesús le pidió a Santa Faustina que rezara una novena especial antes de la Fiesta de la Misericordia, desde el Viernes Santo. Él mismo le dictó las intenciones para cada día. Por medio de una oración específica, ella traería a su Corazón a diferentes grupos de almas cada día y las sumergiría en el mar de su misericordia. Entonces, suplicaría al Padre, por el poder de la Pasión de Jesús, que les concediera gracias a estas almas.

Instrucciones para rezar La Coronilla y Novena a la Divina Misericordia

Se utiliza un rosario común de cinco decenas.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nacío de Santa María Virgen. Padecío bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucíto de entre los muertos. Subió a los cielos. Está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creoen el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los antos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén.

Al comienzo de cada decena (x1):
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.

En cada cuenta de la decena (x10):
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Al finalizar las 5 decenas de la coronilla se repite 3 veces:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

Día 1 - Novena a la Divina Misericordia (Viernes Santo)

"Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de Mi Misericordia. De esta forma, Me consolarás de la amarga tristeza en que Me sume la pérdida de las almas."
Jesús tan Misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de Él. Te lo suplicamos por Tu Amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, mira con Misericordia a toda la humanidad, y especialmente a nosotros pobres pecadores que estamos encerrados en el Corazón de Jesús lleno de compasión, y por su dolorosa Pasión muéstranos Tu Misericordia para que alabemos Tu Omnipotencia por los siglos de los siglos. Amén.

Día 2 - Novena a la Divina Misericordia (Sábado Santo)

"Hoy tráeme a las almas de los sacerdotes y las almas de los religiosos, y sumérgelas en Mi misericordia insondable. Fueron ellas las que Me dieron fortaleza para soportar Mi amarga Pasión. A través de ellas, como a través de canales, Mi Misericordia fluye hacia la humanidad."

Jesús Misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta Tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el Cielo.

Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.

Día 3 - Novena a la Divina Misericordia  (Domingo de Resurrección)

"Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del Via Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura."
Jesús infinitamente compasivo, que desde el tesoro de Tu misericordia les concedes a todos Tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de Tu clementísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de El. Te lo suplicamos por el inconcebible amor Tuyo con que Tu corazón arde por el Padre Celestial.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de Tu Hijo y por su dolorosa Pasión, concédeles Tu bendición y rodéalas con Tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los angeles y los santos, glorifiquen Tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Día 4 - Novena a la Divina Misericordia (Lunes de Pascua)

"Hoy, tráeme a los paganos (a los que no creen en Cristo) y aquellos que todavía no Me conocen. También pensaba en ellos durante Mi amarga Pasión y su futuro celo consoló Mi corazón. Sumérgelos en el mar de Mi misericordia."
Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de Tu piadosísimo Corazón a las almas de los paganos que todavía no Te conocen. Que los rayos de Tu gracia las iluminen para que también ellas unidas a nosotros, ensalcen Tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de Tu compasivísimo Corazón.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los paganos y de los que todavía no Te conocen, pero que están encerrados en el muy compasivo Corazón de Jesús. Atraerlas hacia la luz de evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Día 5 - Novena a la Divina Misericordia (Martes de Pascua)

"Hoy, tráeme a las almas sin fe, de los que se separaron de la Iglesia, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Durante Mi amarga Pasión, desgarraron Mi cuerpo y Mi corazón, es decir, Mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia. Mis llagas cicatrizan y de este modo alivian Mi Pasión."

Jesús, sumamente misericordioso, que eres la bondad misma. Tu no niegas la luz a quienes Te la piden. Acoge en la morada de Tu muy compasivo Corazón a las almas de los que no tienen fe y de los que se separaron de la Iglesia y llévalas con Tu Luz a la unidad con la Iglesia; no las dejes alejarse de la morada de Tu compasivo Corazón, sino haz que ellas glorifiquen la generosidad de Tu misericordia.

Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los que no tienen fe y de los que se separaron de la Iglesia que han malgastado Tus bendiciones y han abusado de Tus gracias por persistir obstinadamentente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de Tu Hijo y su amarga Pasión que sufrió por ellos ya que también ellos están acogidos en el sumamente compasivo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen Tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Día 6 - Novena a la Divina Misericordia (Miércoles de Pascua)

"Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en Mi misericordia. Estas son las almas más semejantes a Mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante Mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de Mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia; concedo Mi confianza a las almas humildes."

Jesús, tan misericordioso, Tu Mismo has dicho: “Aprendan de Mi que soy manso y humilde de corazón”. Acoge en la morada de Tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo al cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre Celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en Tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a Tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza Tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, Te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que Te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Día 7 - Novena a la Divina Misericordia (Jueves de Pascua)

"Hoy, tráeme a las almas que verán y glorifican Mi misericordia de modo especial y sumérgelas en Mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron Mi Pasión y penetraron más profundamente en Mi espíritu. Ellas son un reflejo viviente de Mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas ira al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte."

Jesús misericordiosisimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de Tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de Tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios Mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en Tu misericordia, y unidas a Ti, cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que Tu misericordia las protegerá en la hora de la muerte.

Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran Tu mayor atributo, es decir, Tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones, desbordantes de gozo, Te cantan, Oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te suplico, Oh Dios, muéstrales Tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti. Que se cumplan en ellas la promesa de Jesús quien dijo: “A las almas que veneren esta infinita misericordia Mía, Yo Mismo las defenderé como Mi Gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte.

Día 8 - Novena a la Divina Misericordia (Viernes de Pascua)

"Hoy, tráeme a las almas que estén en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Que los torrentes de Mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por Mi. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a Mi justicia. Esta en tu poder llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en su nombre… Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con Mi justicia. "

Jesús misericordiosisimo, Tu Mismo has dicho que deseas la misericordia; heme aquí que llevo a la morada de Tu muy compasivo Corazón a las almas de purgatorio, almas que Te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adeudada a Tu justicia. Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de Tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de Tu misericordia.

Padre Eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, Tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra Tu misericordia a las almas que están bajo Tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu amadísimo Hijo, ya que creemos que Tu bondad y Tu compasión no tienen límites.

Día 9 - Novena a la Divina Misericordia (Sábado de Pascua)

"Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren Mi Corazón. A causa de las almas tibias, Mi alma experimento la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de Mí este cáliz, si es Tu voluntad. Para ellas, la ultima tabla de salvación consiste en recurrir a Mi misericordia. "

Jesús piadosísimo, que eres la compasión misma, Te traigo a las almas tibias a la morada de Tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y Te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de Tu amor puro. Oh Jesús tan compasivo, ejercita la omnipotencia de Tu misericordia y atráelas al mismo ardor de Tu amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes todo.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están acogidas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de Tu Misericordia.

Celebrando el Domingo de la Divina Misericordia
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